Ejercicio físico durante el embarazo: Mitos y verdades
Melany Tonos2024-10-07T10:35:02+01:00El ejercicio físico durante el embarazo sigue generando preguntas, pero la conciencia de los beneficios es cada vez mayor. Descúbrelos en este artículo.
El ejercicio físico durante el embarazo es un tema actual. Mito.
De hecho, en la Antigua Grecia, en el año 4 a.C., Aristóteles alentaba a las mujeres griegas a hacer ejercicio para reducir el dolor durante el embarazo. El impacto de la actividad física en las mujeres embarazadas ya era cuestionado por los hebreos. Algunos autores registraron que las esclavas tenían partos más fáciles que sus dueñas egipcias, que llevaban un estilo de vida más sedentario.
El ejercicio físico durante la gestación solo beneficia a la madre. Mito.
El estudio es de 2011 y presenta las conclusiones de un grupo de expertos que compararon la función cardíaca de bebés de madres que practican ejercicio durante el embarazo y bebés de madres sedentarias durante el embarazo. Se concluyó que los bebés del primer grupo de madres desarrollaron corazones más fuertes y atléticos, incluso antes del parto.
El ejercicio durante la gravidez ofrece beneficios, pero pocos. Mito.
Cuando es apropiado y ajustado, el ejercicio físico durante la gravidez ofrece muchos beneficios tanto para la madre como para el bebé.
- Beneficios, según estudios:
- Reducción de la preeclampsia (niveles de presión arterial elevados asociados a la presencia de proteínas en la orina)
- Reducción de la diabetes gestacional
- Mejora de los síntomas depresivos
- Mejora de la calidad del sueño
- Reducción de la incidencia de partos por cesárea y de la duración del trabajo de parto
- Mejora de la aptitud física y calidad de vida de la mujer
- Control del aumento de peso gestacional y postparto
- Reducción del dolor musculoesquelétic
Hacer ejercicio durante el embarazo aumenta el riesgo de bajo peso al nacer. Mito.
Si la mujer es saludable y su embarazo transcurre con normalidad, es seguro continuar con una actividad física regular. La actividad física no aumenta el riesgo de aborto espontáneo ni está asociada al bajo peso del bebé al nacer o al parto prematuro.
Aun así, es importante hablar con el médico y tener acompañamiento técnico en el área del ejercicio.
Si solías hacer poco ejercicio, es bueno hacer mucho durante el embarazo. Mito.
Los ejercicios y la cantidad, frecuencia e intensidad correspondientes durante el embarazo varían de mujer a mujer y también dependen del nivel de actividad física realizado anteriormente. El ejercicio durante el embarazo debería ser leve a moderado para mujeres que llevaban previamente un estilo de vida más sedentario. El ejercicio puede incluso estar contraindicado cuando el historial es de extremo sedentarismo.
Lo importante es hacer ejercicio que te guste. Mito.
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta muchos cambios, y es fundamental elegir ejercicios que se adapten a este “nuevo cuerpo”. El Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología destaca las siguientes alteraciones:
- Articulaciones: Las hormonas producidas durante el embarazo hacen que los ligamentos que sostienen las articulaciones se relajen, lo que aumenta el riesgo de lesiones. Se recomienda evitar movimientos bruscos, saltos o ejercicios de alto impacto.
- Equilibrio: El peso adicional cambia el centro de gravedad, lo que ejerce presión sobre las articulaciones y los músculos, especialmente en la zona pélvica y la región lumbar. Como hay menos estabilidad, aumenta el riesgo de perder el equilibrio y caer.
- Respiración: Durante el ejercicio, el oxígeno y el flujo sanguíneo se dirigen a los músculos y otras áreas del cuerpo. En el embarazo, la necesidad de oxígeno aumenta, lo que puede afectar la capacidad para realizar ejercicios de mayor intensidad, especialmente en mujeres con sobrepeso.
Las atletas pueden seguir haciendo ejercicio vigorosamente durante el embarazo sin preocupaciones. Mito.
Las atletas de alto rendimiento pueden continuar entrenando siempre que el embarazo transcurra sin complicaciones y siempre que escuchen a su cuerpo. Es fundamental no superar los límites “seguros”. Se deben evitar actividades de alto impacto con riesgo aumentado de caídas/lesiones. Las atletas embarazadas también deben estar alertas ante situaciones de hipertermia (calentamiento excesivo), manteniendo una ingesta calórica y una hidratación adecuadas.
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